ni averiguar si estás de vuelta o de ida.
No me importa qué hiciste ayer.
Hoy pienso en vos y estoy loca por tenerte,
pero después puede que ni quiera verte
y eso me hace desearte más.
Por qué insistís en seguir corriendo el tren,
si lo perdés aunque espere en el andén.
No quiero que me escuches,
ni te quiero entender.
No me cuentes tu historia,
no la quiero saber.
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